En este artículo te contamos todo lo que tenés que saber para elaborar un plan estratégico de marketing que haga crecer tu empresa.
El plan de marketing es una herramienta que utilizan las empresas para destacarse en un mercado cada vez más competitivo. El plan de marketing debe estar coordinado con el plan general de la empresa, de modo tal que se trabaje en conjunto para alcanzar los objetivos que se han propuesto. A continuación vamos a mencionar cómo se debe elaborar un buen plan de marketing.
Podemos hablar de cuatro etapas básicas dentro del plan de marketing: análisis de mercado, definición de objetivos, fijación de las estrategias a seguir y verificación de los resultados.
El análisis de mercado nos permite obtener una visión general y objetiva de la situación en la cual se encuentra la empresa dentro del mercado. A partir del análisis de mercado se puede determinar cuál es el lugar específico que ocupa la empresa con respecto a sus competidores. Generalmente, en estudio de mercado busca analizar diferentes factores, como por ejemplo la situación socio económica del lugar donde se desarrolla la empresa, cuáles son las características generales del público objetivo, qué ofrece la competencia, etc.
Con respecto a la definición de objetivos, este paso consiste en definir las metas que se pretenden alcanzar. Es recomendable que los objetivos que se planteen, ya sea a corto o largo plazo, deben ser lo más realistas posibles para que posteriormente la elaboración del plan de marketing sea factible. A la hora de definir los objetivos se puede realizar un análisis de las ventajas y desventajas tanto de nuestra empresa como la de la competencia.
La fijación de las estrategias a seguir implica poner manos a la obra para lograr de la mejor manera los objetivos que nos hemos planteado en plazos de tiempo razonables. En primer lugar se debe esquematizar las acciones de mayor relevancia y más generales, para luego avanzar hacia los detalles o acciones complementarias. Lo esencial es planificar cada estrategia en base a los recursos que se tienen disponible y analizar las posibles consecuencias de cada acción.
Por último la verificación de los resultados consiste en revisar y examinar el trabajo que se ha realizado. De este modo, mediante la verificación podremos hacer un balance del plan estratégico. Analizando los resultados podremos determinar cuáles son los aspectos que se deben cambiar o mejorar, cuáles son las acciones que no dieron resultado y cuáles deberían implementarse. Este trabajo de examinación nos permite replantear la estrategia en caso de ser necesario.
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